domingo, 24 de abril de 2016

Lo que no se cuenta de Cresta Roja

Finalmente, una de las plantas ha comenzado a faenar pollos. Después de meses de lucha, de soportar mentiras, de cortes de ruta, de promesas incumplidas, de asambleas, de no cobrar como corresponde y, como broche de oro, la represión de Gendarmería ordenada por Macri, y luego de una interminable espera por parte de los trabajadores, finalmente, el 15 de abril se reabrieron las puertas de la empresa para comenzar la producción.

Como podemos ver, esto no es gracias a la voluntad de los gobiernos (tanto los anteriores a las elecciones de 2015 como los actuales) nacional, provincial y municipales, sino a la tenaz pelea que llevaron adelante los trabajadores, cuando lograron arrancarle a la justicia y autoridades políticas que si se decretaba la quiebra, TODOS los trabajadores de Rasik debían volver a sus puestos de trabajo, independientemente de quién se haga cargo de la empresa.
Por otro lado indigna que Macri y de Vidal vayan a Cresta, como fueron el jueves 21, se saquen fotos como si esto fuese un logro de ellos (evidentemente para tapar el resultado de su política económica: los despidos que se producen tanto en el Estado como en las empresas privadas) y que los medios no reflejen la totalidad de la situación.
En primer lugar se habla de 1000 o 1300 trabajadores reincorporados, cuando en la planta 2, de Esteban Echeverría, no superan 300 y los trabajadores del molino y de las granjas no se sabe si son considerados de la empresa. Hay más de 2000 que esperan ser llamados en la brevedad (no existen fechas ni cantidad fehaciente de incorporaciones a las plantas), ya que desean trabajar y están cobrando tan sólo $6.000 por mes a cuenta de la futura indemnización.
Por otro lado TODOS han perdido la antigüedad y los que ingresan lo hacen tras firmar un contrato por tres meses, lo que habilitaría a la empresa a renovar o no los contratos de acuerdo a su libre decisión. Una incertidumbre que no da ninguna tranquilidad a las familias que vienen penando a causa de los manejos de la patronal y las mentiras de los gobernantes.
A pesar de todo, los trabajadores aún mantienen la expectativa de ser reincorporados, por lo tanto no han decidido aún ningún tipo de medida de lucha, esperanzados en la pronta concreción de su vuelta al trabajo.
Desde Rompiendo Cadenas Esteban Echeverría-Ezeiza seguimos acompañando, tanto a los que reingresaron a la empresa como a los que siguen en la espera. Afirmamos que todos deben ser incorporados ya que no son responsables de los desmanejos de la empresa y que el derecho a trabajar debe ser garantizado. Por lo tanto estamos atentos frente a cualquier maniobra que intente Ovoprot, el gobierno o la jueza a cargo de la quiebra para dilatar dicha reincorporación y acompañaremos las decisiones de los compañeros de Cresta como lo hicimos en todas las luchas que se desarrollaron por la defensa de sus fuentes de trabajo.