miércoles, 30 de diciembre de 2020

Seguir la huella de la victoria de los aceiteros!

La unidad de clase construida en el sector conquista un salario inicial de 93.000 pesos


Las y los trabajadores agrupados en la Corriente político sindical - Rompiendo Cadenas saludamos la victoria de la huelga de los compañeros aceiteros.
La lucha a fondo por sostener la conquista de un salario mínimo, vital y móvil (SMVM) en serio, que realmente nos permita hacer efectivos los derechos humanos a educación, salud, vivienda, vacaciones, jubilaciones de calidad (para lo que es necesario hoy un salario de $93.000) es una lucha de vanguardia en defensa de toda la clase trabajadora.
Al empresariado siempre le resultan demasiado nuestros derechos, siempre dicen que lxs trabajadorxs derrochamos lo que ganamos y que son ellos los que invierten y crean riqueza y trabajo.
La historia los desmiente. Se cansan de destruir la riqueza de nuestra naturaleza y de fugar las ganancias y especular con ellas (ni siquiera liquidaron más dólares cuando el gobierno les bajó las retenciones).
Los aceiteros han demostrado (con la universidad de Rosario y con los estudios de su gremio) que la canasta familiar digna es de 93.000 pesos y no los 51.000 pesos del Indec y mucho menos los miserables 21.000 pesos del salario "mínimo vital y móvil" que impone el gobierno, que apenas cubre la indigencia.
Los aceiteros han demostrado que el aumento que reclamaban es poco más del 1% del dinero que manejan los oligopolios que manejan las exportaciones del sector.
Como ellos señalan, esos oligopolios no negaban el aumento porque no les den los números, sino por una cuestión de poder. 
La CIARA, que es la cámara empresaria del sector y que conduce el recientemente creado Consejo Agroindustrial Argentino, aspira a ser quien dirija la economía del país y para eso quiere mostrar que disciplina a los trabajadores y al gobierno. Quieren ser la nueva "mesa de enlace", controlando las mejores tierras, la cadena de valor agroindustrial y las exportaciones, aunando para ello a corporaciones argentinas y extranjeras.
Ante el apriete patronal, el gobierno retrocedió con Vicentin, con las retenciones, con el control de capitales y sigue la lista. 
Las patronales intentaron usar la huelga aceitera para seguir extorsionando con la merma de ingresos en exportaciones y que esto nuevamente vaya en contra de los intereses de lxs trabajadorxs y a favor de las ganancias millonarias de los dueños de todas las cosas.
Pero si el gobierno nacional retrocedió con la expropiación de Vicentin y las retenciones, los aceiteros sí sostuvieron la huelga y triunfaron.
Saludamos la unidad en la acción que han construido los trabajadores y gremios del sector, expandiendo la unidad de todos los trabajadores del sector, con el programa histórico de un SMVM como incluso marca el artículo 14 bis de la constitución.
Sin dudas es una huella a seguir para el conjunto de la clase. Elevar el SMVM y con él elevar las jubilaciones y la calidad de vida de toda nuestra clase trabajadora.
Ganaron los aceiteros, ganó toda la clase trabajadora.

#SalarioDigno 
#SalarioMinimoVitalMovil Ya para toda la clase trabajadora

CORRIENTE POLÍTICO SINDICAL
ROMPIENDO CADENAS

Leer más

martes, 23 de junio de 2020

No al aguinaldo en cuotas!

Una "gota" que rebalsa el vaso

Desde la Corriente Político-Sindical Rompiendo Cadenas rechazamos el pago en cuotas del aguinaldo. Este tipo de medidas que flexibilizan conquistas de nuestra clase asentadas hace décadas, tienen efectos negativos que se multiplican si no son enfrentados con la lucha decidida.
La medida anunciada por el Gobierno Nacional implicaba que el aguinaldo tendría un tope de $40.000 para lxs estatales nacionales, pagando el resto enn 4 cuotas posteriores. Esta medida trasciende en el contexto de la negociación de la paritaria de la Administracion Pública Nacional donde el gobierno aún se resiste a reconocer la recomposición salarial adeudada en el sector. La medida no fue oficializada, sin embargo fue suficiente para que en CABA Horacio Rodriguez Larreta implementara una medida similar, y también en provincia de Buenos Aires el Gobernador Axel Kicillof (con combinaciones diferentes de cuotas y límites). La medida no tardará en extenderse a muchas otras provincias y municipios, que encontrarán la excusa perfecta para seguir ajustando los salarios en contexto de pandemia. El estado de la provincia de Chubut, sin ir más lejos, se encontraba en crisis mucho antes de la llegada al país del COVID19, pagando salarios docentes, estatales y judiciales en cuotas y con meses de demora.
Además, este retroceso en derechos se implementa en semanas en que existe un fuerte reclamo empresarial para seguir obteniendo que la ANSES sea quien pague parcialmente los salarios de les trabajadores. Mientras que las críticas al estatismo aparecen ante la intervención del estado nacional en Vicentín, deja de ser un problema la intervención estatal cuando quienes se liberan de sus obligaciones son los empresarios.
El pago en cuotas del salario será un ejemplo retomado también por los empresarios sector privado, realizándose así un retroceso enorme en las condiciones salariales de millones. Los salarios de les estatales nacionales pasan a ser utilizadas desde el Gobierno para implementar una política salarial “a la baja”. Esa razón explica la pérdida del 30% del salario en los años macristas, sin mostrar una concepción distinta por parte de la gestión de Alberto Fernandez. Es una señal al FMI y al resto de lxs acreedores de la deuda pública, de que el gobierno prefiere ajustar a lxs trabajadorxs sin tocar las grandes fortunas ni investigar ni poner en cuestionamiento el pago de la deuda externa.

Por todo eso, creemos que hay razones y formas para dar batalla. Es posible realizar asambleas por lugar de trabajo, o reuniendo virtualmente a les compañeres de cada área o sector de trabajo, para discutir medidas de paralización de las actividades sea en términos virtuales o reales, o eventualmente expresar el rechazo con otras medidas de lucha y visibilización.

No al aguinaldo en cuotas!
Recomposición salarial ya!

En la pandemia cuidemos nuestra salud y defendamos nuestros derechos.

Corriente Político Sindical
Rompiendo Cadenas

Leer más

jueves, 30 de abril de 2020

1º DE MAYO: DERROTAR A LA PANDEMIA CON LA ORGANIZACIÓN Y SOLIDARIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA


Sin duda, este 1º de mayo no será uno más. La pandemia del COVID 19 ha detonado una crisis económica, social y política a nivel mundial sin antecedentes comparables, con un desplome dramático de las economías, que golpea con gran dureza a cientos de millones de trabajadores y trabajadoras en todo el mundo que ingresan masivamente a una situación de desocupación, pobreza y vulnerabilidad social.
Surgida en China y desplazada luego a Europa, es actualmente en Estados Unidos el epicentro de una pandemia que en su desenvolvimiento deja al desnudo la barbarie del sistema capitalista. A medida que se intensifica la propagación del virus, el capitalismo imperialista expone su naturaleza signada por la concentración de poder en una burguesía que se guía por aumentar la explotación a la clase trabajadora, en búsqueda de maximizar sus ganancias, pasando por encima de la vida de las mayorías populares y la destrucción del medio ambiente.
Nuestra América Latina sufre el impacto del COVID 19 con la triste particularidad de ser el continente más desigual del planeta. Con el negacionismo criminal de Bolsonaro en Brasil como exponente más nítido de la brutalidad neoliberal con tintes fascistas, las escenas de catástrofe social se producen ya en Ecuador y Perú, mientras todo el continente se encuentra a la espera de la explosión inminente de los picos de contagio. Ni siquiera en este contexto el imperialismo yanqui cesa con su bloqueo a Cuba y su asedio a Venezuela, agitando deservergonzadamente una vez más la amenaza de una agresión militar directa.
Ante esta gravísima situación la organización popular busca la forma de darle cauce a la solidaridad de les de abajo. Como corriente político sindical adherimos al llamamiento que numerosas organizaciones compañeras impulsan para este primero de mayo a lo largo de nuestro continente.

Argentina: con hambre, despidos y rebajas de salario no hay cuarentena posible

En nuestro país, el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) lleva más de 40 días y el objetivo de “aplanar la curva de contagio” viene cumpliéndose hasta el momento, pero en un marco social cada vez más crítico y desigual. En primera línea, los trabajadores y trabajadoras de la salud enfrentan al COVID 19 con escasez de recursos y elementos de prevención (lo que ya se expresa en contagios crecientes); y los resultados que puedan exponerse públicamente son fruto de su labor profesional. Ni héroes ni heroínas, son laburantes en situación de precarización y junto con el reconocimiento social deben mejorarse significativamente todas sus condiciones laborales.
A elles le siguen les trabajadores/as de Niñez, de la educación afectades a la entrega de comida, compañeres de los movimientos territoriales que resuelven cómo enfrentar el hambre en las barriadas más humildes e infinidad de laburantes cuyo trabajo no es esencial pero son obligades a trabajar bajo amenaza de despido.
Que no quepa duda que las y los trabajadores/as somos los principales interesados en cuidar nuestra salud y para ello queremos y necesitamos cumplir un distanciamiento físico en condiciones de dignidad para nuestras familias. Por el contrario, la reacción de los empresarios que cuenta con la complicidad o la impotencia del gobierno (por acción u omisión) es la implementación de despidos, suspensiones, mayor precarización y rebajas de salario.
El más claro ejemplo de esto es la inoperancia para hacer cumplir a las patronales el decreto de prohibición de despidos, expuesta públicamente ante la decisión de Paolo Rocca, hace apenas dos semanas, de dejar a 1500 trabajadores en la calle sin que recaigan sobre él otra cosa que quejas lastimeras de parte del Ejecutivo. Y mientras las cámaras empresariales y los medios hegemónicos de prensa vienen implementando una intensa campaña mediática para impedir el avance de un tímido proyecto oficial de impuesto a las grandes fortunas, la UIA y la burocracia sindical de la CGT, con el auspicio del Ministerio de Trabajo, recortaron el 25% de los salarios de los trabajadores y trabajadoras que resulten suspendidos por la parálisis de sus sectores de actividad.
Más allá de los discursos, mandan los de arriba y mientras los grandes empresarios y banqueros se niegan a poner siquiera una limosna de sus fabulosas ganancias, ¡a las y los laburantes nos meten la mano en los bolsillos bajo la tutela del ministro de Trabajo!
Lo mismo ocurre con los 8 millones de inscriptos e inscriptas para percibir el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de apenas $10.000, que excluyó inicialmente a otros 3 millones y ni siquiera llegó a los bolsillos aún de una buena parte de las y los anotados. ¡Cuántas IFE podrían pagarse con un impuesto a las grandes fortunas y con los cientos de millones de dólares que se fugaron en el pago de una deuda externa fraudulenta, ilegítima e ilegal!
La cara más cruda de esta cuarentena desigual se vive en los barrios populares, donde las ollas de las organizaciones sociales y de trabajadores desocupades, son el último eslabón de una extensa y solidaria cadena que permite a familias enteras acceder al plato de comida diaria para sobrevivir. Ni que hablar de la imposibilidad de “quedarse en casa” cuando se vive en la calle o lo que prima es el hacinamiento, escasea el acceso a agua potable y brillan por su ausencia las políticas públicas de urbanización en villas y barrios de emergencia.
La situación de hacinamiento de personas encarceladas, que en un 75% cumplen con preventivas en espera de una sentencia también se puso de manifiesto recién cuando ellas mismas hicieron visibles sus condiciones de reclusión, evidenciando también, por un lado, el trato infame del Servicio Penitenciario y por el otro, el oportunismo canallesco de la ultraderecha política y su brazo mediático, decidido a aterrorizar con “sueltas de delincuentes”.
También la violencia machista recrudece en este contexto de aislamientos donde miles de mujeres y disidencias se ven obligadas a convivir con sus agresores y potenciales asesinos, como lo demuestran los femicidios y crímenes de odio de más de 100 mujeres, lesbianas, trans y travestis en lo que va del año. Las respuestas gubernamentales a esta problemática urgente han resultado completamente insuficientes y requieren de políticas efectivas y no de acciones de maquillaje mediático.

No hay ni habrá brazos cruzados

Por historia y experiencia de lucha, está claro que nuestro pueblo trabajador no se va a quedar inmóvil y de brazos cruzados si se ve forzado, cada vez más, a optar entre enfermarse o pasar hambre.
Los y las trabajadoras de la salud están deliberando desde abajo en sus lugares de trabajo cómo tomar en sus manos sus condiciones de trabajo. Su lucha es su esperanza y la nuestra ante la desidia estatal y la codicia empresaria.
En estas semanas algunas luchas lograron hacerse públicas, como la de los obreros del frigorífico Penta en Quilmes (que fueron reprimidos por la policía de Sergio Berni) y la de la fábrica Bed Time en zona norte. Éstas y otras luchas como los y las textiles en Chubut, que se negaron a aceptar la rebaja salarial acordada entre la patronal y la dirigencia sindical entregadora, los mineros en el norte de Neuquén y tantas más son la punta del iceberg que nos muestra la disposición de pelea de la clase trabajadora en Argentina, y la búsqueda de organizarse desde abajo, haciendo frente a la ofensiva patronal y la militarización de las calles y la represión de las fuerzas de seguridad, convertidas en punta de lanza del dispositivo de aislamiento social.
En esta perspectiva, este 1º de mayo la militancia sindical de CPS Rompiendo Cadenas, en numerosas provincias y ciudades de nuestro país, será parte de las acciones de lucha y solidaridad de los distintos sectores de nuestra clase trabajadora que se encuentran en conflicto en defensa del trabajo y el salario; y de las ollas populares que en innumerables barriadas organizarán los movimientos sociales, reafirmando la pertenencia común a nuestra clase obrera que es una y sin fronteras que puedan separarla.
Frente al drama de una pandemia que asola a la humanidad potenciada por la barbarie individualista del capitalismo imperialista, oponemos la solidaridad, fuerza y organización de nuestra clase trabajadora. La salida es colectiva y la construimos las y los de abajo.

- Abajo el acuerdo UIA-CGT: ¡Ningún despido, suspensión ni rebaja de salario!

- Que la cuarentena la paguen los ricos: ¡Por un impuesto a las grandes fortunas!

- ¡Suspensión inmediata de los pagos y desconocimiento de la deuda externa ilegítima, ilegal y fraudulenta! ¡Fuera el FMI!

- Presupuesto para salud, educación, trabajo y vivienda popular, con medidas efectivas para prevenir y apoyar a mujeres y disidencias ante situaciones de violencia de género.

- ¡No a la represión policial! ¡Fuera el Ejército de las calles y barrios!

- ¡Fuera el imperialismo yanqui de América Latina!

Corriente Político Sindical
Rompiendo Cadenas

Leer más

domingo, 12 de abril de 2020

Enfrentemos la pandemia desde la mirada de les laburantes

Que la pandemia no devore vidas ni derechos

La dimensión de la crisis se agrava día a día en el mundo y en nuestro país. En todo el planeta, los sectores más poderosos, responsables de las políticas capitalistas de ajuste permanente a los sistemas de salud y a nuestras condiciones de vida en general, pretenden que prime el cuidado de sus ganancias por sobre el cuidado de la vida, descargando sobre la clase trabajadora el costo de la caída de la actividad económica usual. En países como Italia, donde los gobiernos priorizaron inicialmente sostener la producción y las ganancias, las huelgas obreras presionaron por la cuarentena desde abajo. Con el transitar de las horas vemos cómo se van corriendo los límites de lo que estamos viviendo, saliendo a la luz las mezquindades empresarias y la insuficiencia de las políticas públicas.
En nuestro país el gobierno ha decidido realizar una cuarentena y una serie de medidas que auxilian al sistema de salud, postergando un estallido de los contagios por el coronavirus y un estallido económico y social. Si bien la cuarentena es una medida necesaria, no alcanza a revertir años y años de políticas de mercantilización y vaciamiento de los derechos sociales, en especial en el último ciclo. En los últimos 4 años, se agravó a niveles insostenibles el peso de la impagable y odiosa deuda externa (y este gobierno pese a todo la sigue pagando!), y el ajuste y la precarización sobre la salud, la educación y la cultura se hicieron política explícita de estado.
La crisis es un momento clave para ir por transformaciones estructurales que den solución a los problemas de la clase trabajadora. El gobierno actual en cambio, presiona al capital concentrado con medidas puntuales, sin quitarle el control de los recursos estratégicos. Sabemos cómo termina esto: el gobierno de turno avanza y retrocede, hasta que el capital concentrado encuentra la manera de imponer sus condiciones o bien tirar al gobierno.
El sistema de salud pública debe ser reforzado en gran escala YA, unificando el sistema privado y público, bajo comando nacional. La deuda externa es una sangría que debe ser frenada YA. Los recursos para salud, para paliar la situación social, y para la recuperación económica deben ser obtenidos YA, por medio de impuestos extraordinarios a las ganancias, las grandes fortunas y aprovechando todos los recursos sociales existentes. Los controles de precios deben hacerse efectivos e imponerse fuertes sanciones e incluso expropiaciones a los grupos empresarios que especulen en este contexto.

La Salud primero. Nuestras vidas valen más que sus ganancias

Cuando decimos que la Salud es la prioridad número uno, decimos también que los trabajos no esenciales deben ser licenciados con plenos derechos para les trabajadores y que quienes deben ir a trabajar por estar en puestos esenciales, deben poder hacerlo con en condiciones seguras.
En muchas empresas y reparticiones estatales esto no es respetado y allí debemos hacernos valer colectivamente, tanto desde el uso de las herramientas legales como en medidas de acción directa (que sabemos en definitiva siempre es lo que define cada lucha). Si decimos que en cada lucha se hace presente una cuestión de vida o muerte, no exageramos.
Los trabajos de cuidados son esenciales para toda la sociedad y también para nuestra salud y nuestra vida personal. Esto es más claro en una situación de cierre de escuelas y de alta vulnerabilidad de adultos mayores ante el coronavirus. La precarización de laboral en tiempos de cuarentena nos afecta particularmente a mujeres, lesbianas, trans travestis y no binaries, no solo por ser población vulnerada por este sistema en sí, sino que también recae sobre nuestro cuerpo esas tareas de cuidado hacia niñes y enfermes, mientras, en varias ocasiones actualmente, tienen que hacer malabares trabajando desde la casa. La precarización laboral y del sistema de salud afecta especialmente a la población trans, travestis y no binarie, ya que la misma históricamente fue expulsada del mercado laboral y muches de elles, paralelamente, se encuentran bajo tratamientos en el sistema de salud en la actualidad.
Entre las que soportamos la mayor carga de estas tareas encontramos además un reforzamiento de las violencias cotidianas, de género y familiar, que el estado pretende atender con políticas precarizadas, en lugar de hacerse responsable de las demandas que el enorme movimiento feminista ha sacado a la luz. Desde abajo seguimos apoyándonos en las redes que siempre construimos para desplegar el cuidado, garantizar abortos y enfrentar la violencia patriarcal.

Las primeras líneas en la defensa de la vida

Les trabajadores de la salud están en la primera línea de atención sanitaria. Los movimientos sociales vienen dando muestra de las raíces que echaron al sostener comedores populares y organización en los barrios populares. En las escuelas, auxiliares y docentes también le ponen el cuerpo al reparto de alimentos (insuficientes) que provee el estado. Con dificultad se sostienen las tareas de atención y de organización entre trabajadorxs que atienden la niñez y adolescencia, en especial en los centros cerrados. En la enorme mayoría de los casos, lo hacen reclamando ante la falta de los elementos de higiene y seguridad que desde los gobiernos no garantizan.

Más barbijos, menos gorra

La represión a los trabajadores del Frigorifico Penta, la muerte de una mujer detenida en San Luis y las producidas en el Penal de Coronda son los casos más graves de abusos y violación de derechos por parte de las fuerzas represivas. A partir de la emergencia por Covid19 por la que se dispuso el aislamiento obligatorio y con la excusa de controlar su cumplimiento, se desplegaron sus métodos habituales de intimidación, maltrato y agresiones físicas y detenciones arbitrarias. Este despliegue represivo, azuzado desde algunos sectores mediáticos y políticos, se ejerce especialmente en las barriadas hacia los sectores más vulnerables. Se suma el anunciado “ciberpatrullaje” para vigilar la reacción popular ante las respuestas insuficientes o tardías a las necesidades. Aquí también contamos con una valiosa tradición de defensa de los derechos humanos para rodear de solidaridad, denunciando y difundiendo cada atropello, para evitar la impunidad, frenar y resguardarnos colectivamente de los abusos de las fuerzas represivas.

Hacernos fuertes en nuestros lugares de trabajo y pelear por cada sindicato

Ante la crisis, los empresarios buscan descargar el peso de la misma en nuestra clase. Si bien el gobierno prohibió despidos y suspensiones sin causa por sesenta días, en los hechos los patrones buscan despedir de una forma u otra, a lo que se suman también los intentos de ajustarnos vía recorte de nuestros salario y de nuestras condiciones de higiene, seguridad y ritmos de trabajo. De hecho a cada momento las empresas desconocen acuerdos paritarios ya firmados. La dirección de la CGT y muchas conducciones sindicales burocráticas viene dando señales claras de que busca acordar con el empresariado rebajas en nuestras condiciones de vida. Y un amplio sector de la burocracia sindical y de los movimientos sociales viene dando señales de que priorizarán su alineamiento político por sobre las críticas a los insuficientes paliativos sociales.
A su vez cada vez más sectores empiezan a ser declarados esenciales, lo que nos obliga a defendernos de la precariedad en cada vuelta al trabajo.
Pero la precariedad de esta vida no lo van a arreglar los mismos que la provocan. Hay un límite al capital, y ese límite lo marca la organización y la lucha de base. Como en el frigorífico Penta de Quilmes, donde los obreros sostuvieron a su comisión interna honesta y combativa ante la patronal y ante la policía, que los querían chantajear cínicamente con la cuarentena. Como en las fábricas recuperadas que se reconvierten para producir insumos de salud ante la crisis.
Llamamos a construir y debatir la unidad de acción en cada lugar de trabajo y siempre que sea posible en cada sindicato. Las medidas de acción directa son cada vez más necesarias de darlas en forma urgente y en unidad tanto en el trabajo como en el barrio.
Participar en los Comités de Crisis, u otras instancias, nos pueden permitir la oportunidad de encontrarnos con otras organizaciones del pueblo y afianzar la unidad, para hacer planes comunes y para masificar la lucha en la calle, cuando haya condiciones para darla. Pero ante todo nos permite desplegar la idea de que podemos afianzar construcción y organización popular y desarrollar nuestras políticas tratando de evitar que el Estado y sus instrumentos simplemente nos coopten. Esa relación con lo estatal será de disputa  y negociación, como lo es siempre, pero debemos  ser capaces en la crisis de dar pasos concretos en la acumulación de fuerzas para el cambio social. 
De la solidaridad que podamos desplegar, de la unidad de clase, de la creatividad para visibilizar demandas y construir medidas, va a depender la posibilidad de que no recaigan nuevamente los costos de esta crisis sobre nuestros trabajos, salarios y condiciones de vida.

CORRIENTE POLÍTICO SINDICAL
ROMPIENDO CADENAS

Leer más