¿Hasta cuándo y hasta dónde seguirán empeorando las condiciones de vida de nuestra clase trabajadora? Las ganancias del capital más concentrado crecen, mientras las cuentas del Estado van para atrás y los salarios, planes sociales y jubilaciones siguen hundidos en la miseria.
Nos quieren vender que somos un país
pobre y que “las cuentas no dan”. Y mientras tanto se fugan decenas de miles de
millones de dólares de la deuda estafa que ellos mismos tomaron y del superávit
comercial en dólares que se genera con nuestro trabajo y bienes comunes de
nuestras tierras.
Después del gobierno de los ricos y
los CEOs con Juntos por el Cambio, vino el gobierno para los ricos del Frente
de Todos. Una y otra vez repiten, los políticos del sistema y los grandes
medios de comunicación, que hay que llegar a consensos sobre qué país
“queremos”. Pero en ese “queremos” sólo entran ellos, más allá de que unos
veten a Macri u otros a Cristina. Alberto Fernández se cansó de pedirle a los
ricos que le permitieran tomar medidas. Así retrocedió con Vicentín, con el
impuesto a las fortunas (excepto una limitada vez), con las retenciones, con
los ríos, puertos y el comercio exterior, con el derecho a la tierra (que negó
a los palazos una y otra vez como en Guernica), con la centralización de un
sistema de salud pública digno, con salarios y jubilaciones que van una y otra
vez por debajo de los aumentos de precios y siguen las firmas.
Un BASTA YA a esto sólo podremos
ponerlo los y las trabajadoras.
Nuestra clase dominante y sus
personeros sólo entienden el mensaje de las relaciones de fuerza. La
destrucción de la naturaleza sólo se frenó con levantamientos populares como en
el mendozazo y el chubutazo. Los únicos sectores que conquistaron algo de
recomposición salarial son quienes sostuvieron huelgas masivas y duraderas,
como “los elefantes” de la salud en Neuquén o amenazaron con repetir esas
luchas como los Aceiteros y lxs trabajadorxs del neumático. Y la Unidad
Piquetera defendiendo a capa y espada los recursos necesarios para sostener el
trabajo de cuidados en los barrios, en comedores, centros culturales y
educativos y cooperativas de trabajo allí mismo.
Elecciones nacionales el 11
de agosto en CTA Autónoma
Una gran debilidad que tenemos como
clase trabajadora es la falta de unidad de acción para luchar por nuestros
intereses comunes. En ese terreno entra el hecho de que la conducción de las
centrales sindicales esté en manos de una dirigencia que, por acción u omisión,
deja pasar los ajustes una y otra vez.
En el caso de la CTA Autónoma, resalta
la contradicción de un discurso en contra de esos ajustes y al mismo tiempo el
apoyo a un gobierno que los aplica una y otra vez, como lo hace el Frente de
Todos. Por supuesto, si tenemos estas direcciones y esta inmovilidad sindical,
en parte es porque también tenemos una debilidad de base en nuestros propios
lugares de trabajo. La democracia sindical y de combate la tenemos que
construir con nuestras propias manos y confiando en nuestras propias fuerzas
como clase. Entre compañeres de trabajo, siendo solidaries con todas las luchas
laborales y de nuestras comunidades en cada territorio.
Dentro de lo limitado de estas
construcciones y estas luchas, hay casos valiosos en algunas CTA regionales,
como el de la CTA Bahía Blanca donde su actual conducción (de la que formamos
parte) ha podido hacer valer esta fuerza con el reconocimiento y participación
de la misma comunidad del lugar. También las conducciones de las CTA Lomas de
Zamora y Alte Brown lo han intentado, con resultados dispares, pero igualmente
valiosos.
Cada una de estas construcciones
regionales necesitan sí o sí raíces sólidas, que nosotres sintetizamos en la
fórmula y canción: “¡Delegades de les trabajadores, ni de los gobiernos, ni de
los patrones!”. En muchos lugares de trabajo hay delegades de base que integran
juntas internas, comisiones directivas y cuerpos de delegades a lo ancho y
largo del país.
Más allá del resultado de las
elecciones de este 11 de agosto, en las que nos presentamos con la lista
multicolor en todo el país, En estas elecciones
integramos la lista multicolor nacional y en distintos distritos del
país, con la salvedad de la presentación local en la CTA Bahía Blanca con los
sectores con los que venimos construyendo encontrando en las distintas luchas,
cuerpos de delegades y juntas internas, en
estos años allí, apostamos y apostaremos a que la CTA Autónoma aporte al
proceso de construcción de la unidad de clase desde las bases.
En este sentido apuntamos a consolidar
el saludable encuentro de buena parte de los movimientos sociales para frenar
la ofensiva criminalizadora del régimen contra la autonomía de los mismos. La
histórica conquista del sector desocupado piquetero, trabajadorxs de la
economía popular. de nuestra clase tuvo que darse disputándole los recursos
(que son de todos) al Estado y los punteros del régimen, desde la construcción
de asambleas en la que los y las desocupadas pudieran ser protagonistas de su
propio destino. Lucha que tuvo como un gran hito a las “Cooperativas sin
punteros” del 2009 para acá. Entendiendo que como trabajadorxs tienen que tener
garantizados jubilación y salud.
Vamos
por unidad en la lucha por:
·
Salario
mínimo vital y móvil con el piso de la canasta básica de 100 mil pesos canasta
familiar total, con indexación mensual (aumento proporcional de jubilaciones y
planes sociales).
·
Trabajo
con todos los derechos para todes ¡Basta de precarización!
·
Basta
de doble discurso en la CTA Autónoma. Democracia sindical en la práctica.
Congresos participativos, proporcionalidad de las fuerzas en todas las
instancias sindicales.
· Solidaridad con todas las luchas populares