1º de Mayo, Día Internacional de los/as Trabajadores/as
En este nuevo 1º de Mayo, un conjunto de
organizaciones sindicales, sociales y políticas, que venimos trabajando en
común por la organización democrática, participativa y con principios de clase
en el movimiento obrero y popular, volvemos a encontrarnos en un acto
compartido, que intentará expresar nuestros avances y nuestros problemas como
clase y como pueblo.
Además, desde esta histórica Plaza Lorea, marcharemos a la Plaza de Mayo, a dejar clara
nuestra decisión de construir mayores niveles de unidad y abonar a una
alternativa que se construya a partir de los intereses de clase trabajadora y
el pueblo. Una
unidad que nada tiene que ver con especulaciones electoralistas; que debe
combatir el sectarismo, las mezquindades y la autoproclamación; y que excede
largamente el interés particular de cualquier corriente, partido o frente.
Una alternativa que no se agota en acuerdos entre fuerzas “por arriba”,
sino que éstos deben ser a la vez una paciente y extendida labor de unir “desde
abajo” tanto al activismo más politizado, como a miles de laburantes lanzados a
la lucha con honestidad y coraje, y con una conciencia y organización que se
desarrolla a medida que la experiencia obliga a endurecer la lucha para enfrentar
a los explotadores, al Estado y a la burocracia política y sindical que
defiende sus intereses.
Para nosotros, el 1º de Mayo no es
un feriado más, es un día de lucha de nuestra clase en todo el mundo, un día para
reclamar y luchar, y es también un momento de balance de nuestra situación y
nuestras perspectivas de futuro.
Mientras en todo el mundo continúan sintiéndose los efectos de la crisis
económica internacional (en particular sobre los países y los pueblos más
débiles de la Unión
Europea ), el imperialismo norteamericano continúa con
sus políticas de agresión, ya sea bajo la fachada de falsos discursos
“democráticos” como con la intervención militar abierta o encubierta. Siria y
Ucrania, como en Nuestra América las agresiones a Venezuela, son sólo algunas
muestras más recientes de esa injerencia imperialista.
Nos pronunciamos en defensa de todos los pueblos
del mundo agredidos por el imperialismo, en particular en nuestra América
Latina y Caribeña.
En nuestro país, la combinación entre la crisis
internacional y las restricciones cíclicas de nuestra economía dependiente han
agravado las condiciones de vida de la mayor parte de nuestro pueblo. El avance
incesante de la inflación (que en los primeros meses del año ha superado el 10
%, y se proyecta hacia el 40% anual), y la devaluación (que ha superado el 40%
en un año, incluyendo el 25% de megadevaluación en enero pasado), han
deteriorado profundamente los salarios y los ingresos populares. El programa de
“Precios Cuidados” no impide el avance de los precios de los alimentos, los
medicamentos, y de los productos de la canasta básica. El aumento de tarifas
(transporte, gas y agua) y de los combustibles profundiza aún más la carestía
de la vida. Mientras tanto, las grandes empresas “formadoras de precios” tienen
ganancias extraordinarias, incluso ante la baja del consumo popular.
Estamos frente a un ajuste significativo, el mayor
en la década del Gobierno Kirchnerista. Las medidas pro mercado de la última
etapa (pago de sumas millonarias por reclamos en el CIADI, por el pago a REPSOL
de la expropiación parcial de YPF, el acuerdo con Chevron por la explotación de
Vaca Muerta, la negociación de la deuda con el Club de París, etcétera) tienen
como objetivo el ingreso de dólares al país. Para ese objetivo, aspiran a
normalizar las relaciones con los organismos internacionales de crédito, como
el FMI, y a conseguir inversiones en áreas extractivas de la economía.
Al mismo tiempo, el Gobierno nacional intenta poner un “techo” a las
negociaciones paritarias, que están en pleno desarrollo. La histórica huelga
docente en la provincia de Buenos Aires logró, con el enorme protagonismo de
las bases docentes y de las conducciones opositoras democráticas y combativas
en nueve seccionales de SUTEBA, subir la propuesta salarial del 22 a más
del 30%, subiendo el piso a los salarios del conjunto de los
trabajadores. Si los resultados de esta lucha no fueron los anhelados por
el conjunto de las y los docentes, se debió en buena medida a la política
conciliadora y divisionista de las direcciones de SUTEBA y
CTERA, pero también de la cúpula michelista de la CTA , incapaces de poner por
delante la unidad de los trabajadores y extender el masivo apoyo
popular, para derrotar al inmenso frente de los principales sectores
empresarios, políticos, judiciales, los grandes medios de comunicación, y las
distintas alas de la burocracia sindical, que actuaron claramente
contra el reclamo de aumento salarial, de mejora de la infraestructura
escolar y de defensa de la escuela pública que llevó adelante el conjunto de la
docencia
El paro nacional del 10 de abril, aún siendo
convocado por dirigentes profundamente burocráticos como Barrionuevo, Moyano o
las conducciones de la UTA
y La Fraternidad ,
permitió dar expresión al enorme descontento de miles de trabajadores. Los
cortes de ruta en esa jornada, en donde participamos desde nuestras
organizaciones, ampliaron el marco, la efectividad y la visibilización del paro. Esas
conducciones sindicales, vinculadas a sectores políticos patronales, no
proponen la continuidad de estas medidas, sino sólo manifestaciones
aisladas. Necesitamos construir desde abajo un verdadero Plan de Lucha,
amplio, unitario, que lleve adelante los reclamos por el salario mínimo
igual a la canasta familiar (hoy estimada en más de 9.000 pesos), por la
abolición del impuesto al salario, para detener las medidas represivas que
impulsan el Gobierno y la oposición patronal, por la absolución de los
compañeros petroleros de Las Heras y el cese de todas las persecuciones a los
luchadores obreros y populares.
Muchas veces, las centrales sindicales, en vez de priorizar nuestras
necesidades concretas, llevan nuestros reclamos atrás de las disputas políticas
entre el Gobierno kirchnerista
y la oposición reaccionaria (que está dirigida por sectores antipopulares,
vinculados a intereses de sojeros, de bancos y empresas monopólicas
locales o multinacionales, cuando no directamente con la embajada yanqui). En ese marco, muchas de nuestras justas reivindicaciones son
utilizadas a favor de los intereses patronales de los principales “opositores”,
o de los discursos del Gobierno. La independencia política de los
trabajadores significa tener una política amplia de unidad en la acción con todos
los sectores que peleen por las justas reivindicaciones populares, y al mismo
tiempo ser capaces de marcar con claridad los intereses patronales y
reaccionarios con los que se vinculan las centrales sindicales oficialistas y
opositoras. Frente al ajuste, y a las crecientes manifestaciones de
descontento obrero y popular, actuar con independencia de clase es poner en el
centro de la agenda las necesidades obreras y populares, sin ceder a los
intereses políticos patronales en disputa.
Este ajuste no cierra sin un avance de la represión, y de la
criminalización de las protestas sociales. La lucha por la absolución de los
trabajadores petroleros de Las Heras, que venimos emprendiendo
junto a numerosas organizaciones políticas y sociales, es una tarea imprescindible
para detener este avance represivo. Los proyectos de ley del Gobierno y
de la oposición reaccionaria para limitar las protestas populares, como los
cortes de rutas y calles, no van a pasar si logramos conformar un amplio frente
por los derechos democráticos del pueblo, que enfrente al frente de los grandes
grupos económicos, sostenidos por las principales fuerzas políticas del
sistema.
Ante la política económica del Gobierno, que
auspician los grandes grupos económicos nacionales y multinacionales, y
comparten los sectores económicos patronales (con fuertes vínculos con el
imperialismo), es necesario construir un programa económico popular, construido
desde los intereses de las mayorías obreras y populares, que ponga el eje
en la eliminación del IVA a los productos de la canasta básica y a los
medicamentos; que avance en la nacionalización del comercio
exterior y del crédito, de los puertos por donde se fugan las riquezas
de nuestro suelo; por el control de costos de producción y comercialización
de los formadores de precios por comisiones de trabajadores, en vez de los
“Precios Cuidados” acordados con los supermercados y las grandes empresas; por la
denuncia de los Tratados Bilaterales de Inversión, y el desconocimiento del
CIADI como tribunal por los litigios con las multinacionales, siguiendo el
ejemplo de distintos países de Nuestra América; por la nacionalización
de los ferrocarriles, de la producción y transporte de la energía, y los
combustibles bajo control de los trabajadores y el pueblo; por el no
pago de la deuda externa ilegal, ilegítima y fraudulenta.
Para combatir realmente el trabajo sin derechos laborales ni sindicales
(al que llamamos “trabajo en negro), es preciso fiscalizar, con poder real, a
las empresas y al propio Estado, que se sostienen con las políticas de
tercerización laboral, que lleva a que un importante sector de trabajador
tenga menos salario, menos derechos y peores condiciones
de trabajo, y en muchas ocasiones idénticas tareas que los compañeros estables.
Las organizaciones sindicales, a través de sus delegados de base, deberían
cumplir el rol de exigir el “blanqueo” de trabajadores informales en el lugar
de trabajo, ya que es uno de los sentidos de la protección especial que
significan los fueros sindicales. En cambio, el Gobierno nacional vuelve a
plantear rebajas impositivas para las empresas que no cometan fraudes
laborales, mostrando nuevamente una orientación pro empresaria.
Muchas veces oímos hablar de la distribución de la
riqueza. Para nosotros, la verdadera distribución de la riqueza es que las
mayorías populares nos apropiemos de parte de las ganancias extraordinarias de
las grandes empresas, que sirva para tener más y mejor educación y salud
pública, el 82 % móvil para todos los jubilados, un sistema de asignaciones
familiares que incluya a todos nuestros hijos, y tantos otros reclamos
legítimos. En ese sentido, el verdadero combate a la pobreza es avanzar
sobre las grandes riquezas, en el camino hacia una sociedad sin explotación.
La clase trabajadora nos incluye a todos los que
vivimos de nuestra fuerza de trabajo. Es fundamental unir todos los reclamos y
todas las luchas: los reclamos de los desocupados y de los compañeros del
programa Argentina Trabaja, de los millones de precarizados, de los que
sufrimos difíciles condiciones de salud en los lugares de trabajo, de los que
vemos injustamente como nos cobran impuestos al trabajo mientras los negocios
financieros no pagan ni un pesos, de quienes reclaman un salario acorde a la
canasta familiar. Tenemos que trabajar conscientemente por la unidad,
en los reclamos y en la acción concreta, de los millones de trabajadores, que
formamos la inmensa mayoría en nuestro país.
En nuestra clase se asienta la conciencia de una inmensa tarea: unir los
problemas del movimiento sindical con los de la lucha política del conjunto de
los trabajadores y el pueblo. La necesidad de revertir la fragmentación y
construir una alternativa propia de los trabajadores y el pueblo es cada vez
más necesaria. Por inmensa que parezca, es la tarea y el reto que tenemos por
delante.
Alumbrando la necesidad de una construcción propia de los trabajadores y
el pueblo, para avanzar en la lucha por un verdadero cambio social que acabe
con todas las formas de la explotación y la opresión.
- Viva el Día Internacional de
la Clase Trabajadora
- Unidad contra el ajuste y la
criminalización de la protesta social
- Salario mínimo igual a la canasta familiar. El salario no es ganancia.
Escala móvil de salarios acorde a la inflación. Paritarias sin techos.
Incremento de todos los planes sociales. 82% móvil para los jubilados.
Asignaciones familiares para todos.
- Contra la precarización de la vida y del trabajo: ni suspensiones, ni
despidos. Planta permanente para todos y todas.
- Desprocesamiento de los seis mil trabajadores y luchadores populares,
enjuiciados por luchar. Libertad a todos los presos políticos.
- Basta de criminalizar las luchas obreras y
populares, basta de represión y patotas. Derogación de
la Ley Antiterrorista
y de toda legislación represiva.
- Absolución de los trabajadores petroleros de Las Heras.
- Contra la inflación: control de costos de producción y
comercialización de los formadores de precios por comisiones de trabajadores.
- Eliminación del IVA a los productos de la canasta básica y a los
medicamentos.
- Nacionalización del comercio exterior y del sistema financiero.
- Nacionalización de los ferrocarriles, la energía y los combustibles
bajo control de los trabajadores y el pueblo.
- No al pago de la deuda externa ilegal, ilegítima y fraudulenta.
- Por organizaciones sindicales democráticas, participativas, de lucha,
basadas en principios de clase
- Por una alternativa propia de los trabajadores y el pueblo
. Corriente Político Sindical "Rompiendo Cadenas"
. AGTCAP (Asociación Gremial de Trabajadores Cooperativistxs,
Autogestivxs y Precarizadxs)
. Agrupación Víctor Choque de ATE
.
Agrupación Barrial Víctor Choque
. Bandera Negra
. Colectivo Desde el Pie
. COB-La Brecha (Corriente de Organizaciones de Base La Brecha )
. Corriente Estudiantes del Pueblo CEdP
. Frente Popular Darío Santillán FPDS
. Frente Popular Darío Santillán / Corriente Nacional FPDS/CN
. Movimiento de Izquierda Revolucionario MIR
. Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social
MULCS
. Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón
. MTL Rebelde
. Organización de Trabajadores Revolucionarios OTR
.
Partido Comunista de los Trabajadores PCT
. Tendencia Estudiantil Revolucionaria TER