Difundimos la declaración de la Corriente
de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Enriqueta Lucero:
En un indisimulable “papelón”, el gobierno nacional retiró la
propuesta de aumento del 40% realizada por el ministro Bullrich y propuso en
boca del mismo presidente Macri un techo del 25%.
Mientras tanto la inflación crece y los tarifazos se suceden.
Los tan anunciados cambios en el impuesto a las ganancias no
traerán ninguna modificación significativa y en los hechos continuará este robo
a nuestros salarios.
Es evidente que quieren ir a fondo con la política de que
seamos lxs trabajadorxs los que paguemos el costo de la crisis con una
significativa rebaja del poder adquisitivo de nuestros ingresos.
La dirección nacional de la CTERA insiste en integrar
las paritarias sin mandatos debatidos por la docencia así como sin elegir a los
paritarios democráticamente. De este modo, la cifra propuesta inicialmente por
los auto-elegidos paritarios parte de un porcentaje con respecto a los sueldos
más bajos, en lugar de nivelar tomando de base los mejores salarios y la
relación con una canasta familiar que ronda entre los 15.000 y 20.000 pesos
según las observaciones de distintas fuentes. El pedido de un 40% sobre
el salario de 6000 pesos ni siquiera marca un aumento para provincias como
Santa Fe o Córdoba, sino que además sigue con la complicidad de proponer techos
a las provincias y evitar la unidad nacional en el reclamo.
La retirada propuesta del gobierno de 7800 en febrero y 8500
en julio mantiene dos tendencias que cuestionamos: seguir alimentando la
fragmentación salarial nacional y la incorporación de sumas en negro. Se suma a
lo anterior lo cuestionable del pago en dos cuotas y el crecimiento de las
sumas en negro mientras no se incorpore el incentivo al básico.
Desde la Corriente Enriqueta Lucero consideramos que es
fundamental establecer un salario nacional acorde a la canasta familiar que
termine con la fragmentación, sin cuotas ni sumas en negro. Impulsamos que se
debata desde las escuelas y que no quede en manos de los y las dirigentes
nacionales que ya han hecho guiños hacia los propios medios de comunicación
luego de la propuesta sin habernos consultado.
La paritaria es un momento de la lucha sindical y política
Miles de trabajadores/as de la educación en el país estamos
debatiendo nuestra situación actual y hacia dónde debemos ir. En el marco de un
cambio de escenario político las expectativas oscilan entre la esperanza y la desconfianza.
Las paritarias no constituyen un momento aislado de nuestra vida docente: el
salario y las condiciones de trabajo son elementos de un hecho más amplio de la
política educativa y su eventual resultado nos dejará más débiles o
fortalecidos ante un futuro incierto donde el gobierno anuncia cambios que nos
afectarán directamente.
La “herencia” del kirchenismo… y el macrismo.
El kirchnerismo dejó un sistema educativo nacional
fragmentado e inequitativo, con desigualdad salarial y presupuestaria por
provincia, plagado de planes nacionales precarizados. Cambios curriculares y
planes que vaciaron de contenidos y priorizaron las estadísticas de aprobación
por sobre el aprendizaje real. Un sistema con crisis edilicias en varias
provincias, mientras se financia la educación privada y se profundizan las
“gestiones asociadas” o sociales para abaratar costos y precarizar más la
educación. Todavía resuenan en la memoria colectiva las palabras de la
ex-presidenta cuando nos amonestó por cadena nacional, refiriéndose a nuestras
presuntas 4 horas diarias de trabajo y 3 meses de vacaciones tildándonos de
“vagos”.
Sin embargo, la situación no fue distinta allí donde el
macrismo gobierna hace años. La gestión educativa en CABA acompañó y hasta
profundizó cada una de estas políticas precarizadoras.
El papel de la burocracia
Y en ambos casos, la Celeste, tanto en CABA como en el resto
del país, ha sido garante fundamental de estas políticas. Educó y acostumbró a
miles de trabajadores de la educación a las luchas aisladas y al
corporativismo. Nos “acostumbraron” a ver como meros espectadores y no como
protagonistas a nuestra conducción nacional de CTERA, a proponer y rechazar
“ofertas” sin ninguna discusión en las bases. Años incluso de paritarias
nacionales cerradas por decreto no alcanzaron para que convocaran a una sola
medida nacional de lucha.
La ofensiva de Cambiemos y el ajuste
Las propuestas salariales de Cambiemos tanto nacionales como
en Bs As o Mendoza clarifican la profundización de una política educativa
basada en la precarización laboral y pedagógica. Anuncios como el hecho en
Mendoza donde se busca pagar más a quienes “estén efectivamente frente al
aula”, buscan responsabilizar a quienes se enfermaron dando su vida al sistema,
de las consecuencias de las políticas arriba descriptas. Reformas impulsadas
por asesores internacionales que inspiraron sistemas en crisis como el
chileno o el mexicano. Lo que es necesario comprender es que no hay rumbo
educativo escindible del proyecto de país y de sociedad. El acceso de los
sectores populares al conocimiento, al pensamiento crítico y científico no
encaja en un modelo económico basado en la reprimarización y el extractivismo
que levanta este gobierno. Por eso, si bien la pelea por el salario es
fundamental para llevar el sustento a nuestros hogares, hay que inscribirla en
una batalla más amplia y profunda, que es la defensa y construcción de la
educación pública, estatal, laica, gratuita y obligatoria en tanto bien común
para todos los habitantes de esta nación.
Mientras las tarifas suben y con ellas, la inflación, las
principales medidas del gobierno benefician sin disimulo a los grandes grupos
concentrados. Esta transferencia de ingresos está acompañada de despidos
masivos y del desguace de funciones del Estado que repercutirán en nuestra
tarea educativa, como el trabajo social y de primera infancia.
Plan de lucha
La unidad y la democracia sindical son herramientas
necesarias de los trabajadores sin las cuales no será posible la
conquista de nuestras reivindicaciones. Necesitamos un salario básico docente
unificado en todo el país equivalente al valor de la canasta familiar en una
jornada simple de trabajo. Levantamos también la renacionalización del sistema
educativo, hoy fragmentado en 24 subsistemas. Al mismo tiempo entendemos que
tanto el pliego reivindicativo como los delegados paritarios deben ser
definidos democráticamente de abajo arriba, desde las escuelas y en cada
instancia concreta. Basta de paritarios atornillados durante años, basta de decisiones
tomadas a espaldas de la base docente.
En este contexto donde se busca descargar la crisis entre
todos/as los trabajadores/as, entendemos fundamental lograr la más amplia
unidad de todos los que soportamos estos ataques. Por eso adherimos y nos sumamos
activamente al paro del 24/2 convocado por ATE y al que adhieren ambas CTA
Pero esa jornada no será suficiente. Nuestra corriente
propone a toda la oposición antiburocrática que redoblemos el esfuerzo de
exigencia a CTERA que convoque a un congreso nacional de participación amplia y
democrática. Ese congreso de CTERA debe no sólo unificar la lucha educativa
sino con el conjunto de los/as trabajadores/as.
Ningún techo a las paritarias
Salario inicial = a la canasta familiar para un cargo para
todos/as los trabajadores de la educación
Congreso de base de CTERA y plan de lucha nacional
unificado con no inicio de clases
Participemos de la Jornada Nacional de Lucha del 24/3. Unidad
con el conjunto de los estatales
Corriente
de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Enriqueta Lucero