martes, 12 de abril de 2016

La zanahoria envenenada ¡No a los “retiros voluntarios”!

Para los empresarios somos un número más, y si da rojo: es mejor borrarlo. El problema es que sus ganancias caen mucho más cuando la respuesta que damos los trabajadores ante los despidos son: paro de la producción, bloqueos de la planta y otras. Ahí sí que no ganan ni un peso, porque todas sus riquezas las producimos nosotros. Entonces, cuando luchamos por nuestros derechos, buscan otra forma de presionar a los trabajadores para que nos quedemos en la calle: los llamados “retiros voluntarios”.
¿Qué son los retiros voluntarios?
Es una forma de despido encubierto. Un instrumento práctico del empresariado, vieja maña que busca generar una nueva tanda de despidos para que la salida de la crisis económica sea reduciendo nuestros sueldos y puestos de trabajo, y manteniendo sus ganancias.
Hace ya algún tiempo que han comenzado a aplicarse, pero ahora lo vienen haciendo en Honda (Fcio Varela), Eitar (Bernal Oeste) o Motorarg (Valentín Alsina). Así vuelve hoy la opción empresarial del retiro voluntario. Este mecanismo tiene sus orígenes en la década del 90 (art.223 bis.L.C.T. ref. 1996) y se construyó a la medida de las empresas recién privatizadas por el gobierno de Menem, para que pudieran “reestructurar” las plantas de trabajadores sin costos judiciales. El retiro voluntario consiste en la desvinculación (supuestamente) voluntaria de la relación de trabajo, generalmente con un incentivo más que la indemnización que recibiríamos en caso de ser despedidos, pero este porcentaje el empleador lo reduce de los gastos que le podría conllevar un juicio laboral. De esta forma, nosotros quedamos en la calle sin poder reclamar nada desde la vía judicial; y ellos salen limpitos, sin asumir ninguna responsabilidad, y la siguen juntando en pala.
¿Los “retiros” son realmente voluntarios?
Los patrones no abren en cualquier momento los “retiros voluntarios”, lo hacen sólo cuando quieren reducir la planta (o sacarse de encima a algunos). Sucede que en muchos casos las decisiones son resultados de campañas del empresariado para empujar la balanza para su lado, éste es el caso de empresas que inventan crisis o que hacen correr el rumor de la quiebra, generando miedo a que “si no me voy ahora, después me echan y cobro menos plata”.
Los riesgos de aceptar un retiro voluntario
·         Generalmente, se vienen los despidos y “retiros voluntarios” justamente cuando la economía está en crisis. Entonces si aceptamos un retiro voluntario es difícil que volvamos a conseguir empleo, porque casi todas las empresas están achicando el personal. Podemos decir que son "pan para hoy, hambre para mañana".
·         Si conseguimos un nuevo trabajo luego de retirarnos de una empresa, no se nos reconocerá el pago de la antigüedad, las categorías que avanzamos, ni los días de vacaciones (en caso que tengamos más de catorce). De hecho, a veces los empresarios lo usan para renovar el personal y reducir los sueldos.
·         Una vez que aceptamos un retiro voluntario, no podemos reclamar nada por la vía judicial, ni siquiera cuando nos prometen “tomarnos en cuenta cuando vuelvan a buscar gente”.
Los empresarios buscan que la crisis la paguemos únicamente los trabajadores. Por eso intentan reducir nuestros sueldos o dejarnos sin los puestos de trabajo.
Ni “retiros” ni “voluntarios” ¡Nos quieren dejar en la calle!
¡Basta de despidos y suspensiones!
 ¡El único camino para defendernos es organizarnos y luchar!
¡Unidad de la clase trabajadora para frenar el ajuste de los de arriba!

Corriente Político-Sindical Rompiendo Cadenas