miércoles, 21 de septiembre de 2016

Luego de la Marcha Federal, ¡Vamos por un Paro Nacional y Plan de Lucha!

LUEGO DE LA MARCHA FEDERAL,
VAMOS POR UN PARO NACIONAL Y PLAN DE LUCHA

En el “mini Davos”, frente a 1600 CEO´s de todo el mundo, el presidente Mauricio Macri trató de mostrar las potencialidades que tiene nuestro país para que realicen inversiones y volvió a la carga sobre la necesidad de una reforma laboral. Tal reforma, como vienen insistiendo los voceros oficiales, no es más que atacar los derechos laborales de la clase trabajadora para obtener mayor ganancia a costa de nuestra superexplotación. Es extendernos la cantidad de años de trabajo, es aumentar los ritmos y niveles de explotación en cada puesto, es hacer más precaria nuestra vida y nuestro laburo.
Por su parte, frente a esa tribuna de empresarios, el ministro Jorge Triaca planteó que en agosto “bajó la conflictividad gremial” a causa de la política de “diálogo” del gobierno. Agosto fue el mes en donde el pueblo trabajador llegó hasta la Plaza de Mayo reiteradamente para manifestarse contra la pérdida de puestos de trabajo, contra los tarifazos y el ajuste: el 7 movimientos sociales vinculados al vaticano; el 9, sectores del sindicalismo combativo; el 11, las y los estatales. Sólo en el Estado, en agosto se perdieron 14 mil nuevos puestos de trabajo, que se suman a los 200 mil despidos tanto en el sector público como privado desde que asumió el gobierno. Decenas de gremios pelean por la reapertura de paritarias, los precarizados/as por aumento y trabajo, el planteo del ministro Triaca no es ingenuo: su diálogo es sólo con los empresarios y ni siquiera a la burocracia sindical le pudo dar una respuesta.

Virtudes y limitaciones de la Marcha Federal
La marcha federal que culminó el 2 de septiembre en el centro político del país se inscribe como una de las grandes movilizaciones de masas en menos de 9 meses contra el macrismo, como la marcha de estatales del 24 de febrero o la concentración convocada por las centrales sindicales el 29 de abril en el monumento al trabajo.
La correcta iniciativa tuvo la virtud de llenar el vacío que dejan los distintos sectores que dirigen la actual CGT unificada, que se reunió con el gabinete económico de Macri mientras cien mil personas copábamos la Plaza de Mayo. No sólo participó de la marcha la Corriente Federal con el bancario Palazzo como orador en Rosario y en el palco central en la Plaza de Mayo sino que incluso el moyanismo se vio forzado a movilizar. Desde ese lugar, la iniciativa fue una válvula de escape de la bronca popular que no se puede contener y en los hechos metió presión a la CGT que pospuso la decisión de un paro nacional para el confederal del 23 de septiembre.
A su vez, desde el vamos la marcha federal se propuso como una movilización multisectorial que congregó a empresarios “nacionales” y sectores gubernamentales que no les tiembla el pulso para ajustar, precarizar, despedir o firmar paritarias a la baja en sus distritos o sectores. Figuras como Boudou en el palco no hicieron otra cosa que deslegitimar la medida y mostrar la orientación de los sectores convocantes. Son quienes combatimos durante doce años y seguimos combatiendo en donde gobiernan y ajustan como en Tierra del Fuego, donde la gobernadora del FPV Bertone no sólo atacó el bolsillo y los derechos de los trabajadores sino que pretende exonerar a los dirigentes de la CTA y el SUTEF que encabezan esa lucha.

Un debate al interior de las expresiones clasistas y antiburocráticas
Los sectores combativos tuvimos diferentes tácticas de intervención en el marco de la Marcha Federal. Desde Rompiendo Cadenas venimos planteando la necesidad de la unidad de acción por abajo para enfrentar el ajuste, con independencia política de clase para construir un proyecto propio del pueblo trabajador. Desde esa concepción buscamos confluir en un bloque en la movilización, con la Federación Aceitera, la CTA y el SUTEBA Bahía Blanca, la CTA Lomas, ATE Sur y ATE Brown, entre otras organizaciones sindicales. A su vez, en donde tenemos inserción promovimos la unidad de acción sin perder de vista nuestras diferencias con la convocatoria y sin dejar de ser críticos de los sectores de la burocracia sindical que pretendieron capitalizar esa concentración que les excedió ampliamente (como por ejemplo en SiPreBA en donde se impuso esta orientación). En particular en Bahía Blanca, nuestros compañeros y compañeras organizaron un gran acto local, en el que dejaron claro que la CTA Bahía en todos estos años nunca abandonó las calles. Denunciaron a Macri, a Prat Gay, a Vidal, como también el ajuste y la represión de los gobiernos del FPV en Sta. Cruz y Tierra del Fuego; la devaluación, la quita de retenciones y el pago a los buitres hoy, pero también el pago “serial” de la deuda por el gobierno anterior. Los aplausos masivos a esta conducta independiente, contrastaron con los reproches, abucheos y silbidos a Baradel, que decidió ir al acto a último momento.
Otras organizaciones, a quienes respetamos, se dieron otro tipo de tácticas. Por ejemplo el PTS decidió no participar de la marcha federal por caracterizarla como “propatronal”, algo que consideramos un profundo error al no distinguir entre los convocantes -sectores de la burocracia sindical-, los sectores políticos que se sumaron a la misma, y quienes hoy gobiernan el país a nivel nacional. Entendemos que esa posición llevada a fondo implica resignar la lucha y la disputa cuando conduce la burocracia (vale decir, en todas las centrales y la gran mayoría de las conducciones sindicales). Por su parte, el PO, promovió una “columna independiente” que en realidad se convirtió en un ACTO independiente, o más bien paralelo, ya que tal columna no se movilizó a Plaza de Mayo. Allí participaron algunos sindicatos que son importantes referencias del sindicalismo combativo, como el SUTNA, Ademys y seccionales de Suteba La Plata, Tigre, Ensenada y Matanza, entre otros. Si bien algunos de esos sectores aprobaron participar de esa columna para movilizar a la Plaza de Mayo con el conjunto del pueblo trabajador luego del acto, eso no sucedió.
En su prensa y web, tanto PO como PTS salieron rápidamente a acusar a nuestra corriente de “marchar con la burocracia”, utilizando la chicana y sobre todo la mentira como argumento en lugar de discutir la política de intervención sindical. Está claro que tenemos diferencias tácticas y que las mismas responden a concepciones estratégicas distintas de construcción sindical. Mientras que el PO prioriza el reagrupamiento con sectores para que se referencien en su frente electoral (FIT), nosotros priorizamos la unidad de clase por abajo para luchar contra el ajuste, sin dejar de realizar nuestras críticas a los burócratas. Es por eso que en lo sindicatos en donde no dirigen los sectores antiburocráticos -cabe recordar que son la inmensa mayoría del país- nuestros militantes organizaron bloques combativos junto a sus compañeros/as de gremio y no por fuera de los mismos o lo que es peor en contra de ellos. Esa táctica nos permitió por ejemplo organizar un gran bloque antiburocrático, de color blanquinegro, en el marco de la columna de ATE Capital, que le disputó base y le demostró una gran relación de fuerza a la burocracia kirchnerista de la blanca y verde.

Nuestros desafíos
El reagrupamiento de los sectores combativos es importante y de ninguna manera puede circunscribirse a una táctica determinada de intervención en una marcha, utilizada para cualquier contexto y circunstancia. Necesitamos que los sectores antiburocráticos crezcan en desarrollo e inserción y eso no se puede hacer militando de manera propagandista “en contra de” la base de la burocracia, sencillamente porque eso sólo lleva al aislamiento y la automarginación.
El paro general con plan de lucha, cada vez más necesario, solo será posible en la medida en que la presión por abajo desborde a una burocracia que está lejos de querer salir a luchar y abandonar sus intereses como casta.
El llamado a un Comité Central Confederal de la CGT para el 23 va a expresar las presiones que recibió la burocracia. Entre ellas, la marcha federal fue una de las principales. La acumulación de tensiones a su interior puede devenir en un llamado a una medida, para contener a las bases, tratar de cooptar movimientos sociales, reposicionarse políticamente frente al PJ y continuar negociando prebendas con el macrismo. Desde los sectores combativos tenemos que tomarla con las reivindicaciones de nuestra clase, para atacar el plan de ajuste y dejar en evidencia los límites de las conducciones actuales para esa lucha.
El ajuste del macrismo seguirá golpeando sobre nuestras espaldas y sólo en la medida en que masifiquemos las luchas y potenciemos el conflicto social es que podremos enfrentarlo y al mismo tiempo crecer en influencia para contrarrestar el peso de la burocracia sindical y construir un proyecto propio de los trabajadores y el pueblo.


Septiembre de 2016
Declaración de la Mesa de CPS Rompiendo Cadenas