domingo, 23 de febrero de 2014

Declaración de la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas frente a la devaluación

Frente a la devaluación de nuestros ingresos

Luchemos por salario igual a la canasta familiar y para “ajustar” a los que “se la llevan en pala”

 Frente a la ofensiva de los grandes capitales concentrados, el Gobierno, contradiciendo buena parte de su discurso y de su “modelo”, asume como propias varias de las medidas que exigían las grandes empresas multinacionales y nacionales: devaluación cercana al 25% en enero (que suma el 60% en un año), aumentos de tarifas del transporte público (del 66% en Capital y el Gran Buenos Aires) y de los combustibles, y aumentos de  precios crecientes que los mismos grupos económicos nos impusieron desde fines del año pasado. Además no debemos descartar nuevos golpes a los bolsillos populares.  


Estamos frente a un ajuste significativo, el mayor en la década del Gobierno kirchnerista, que afecta a los que vivimos de ingresos fijos (trabajadores, jubilados, planes sociales). Esta perspectiva, que poco tiene de “nacional y popular”, ya se venía perfilando al acordar el pago de sumas millonarias tanto por reclamos de varias multinacionales yanquis ante el “tribunal” del CIADI, como por la expropiación de YPF al grupo Repsol, y con el acuerdo con Chevron por la explotación no convencional de petróleo en el yacimiento Vaca Muerta.

El hilo conductor de estas medidas es la necesidad de que ingresen dólares al país. Para eso aspiraban ya sea a “normalizar” las relaciones con los organismos internacionales de crédito, o conseguir inversiones en áreas extractivas de la economía, sin importar los impactos ambientales o las concesiones a la soberanía nacional que implican las cláusulas secretas.
La alternativa elegida ante las dificultades para hacerse con dólares fue convalidar la especulación en torno al dólar, que derivó en la brutal devaluación de enero. El efecto sobre los precios no se hizo esperar. A pesar del plan de “Precios Cuidados”, los empresarios remarcaron sus precios y fuimos testigos de tironeos mediáticos que validaron parte de esos aumentos.

Sin bien parecen disminuir las presiones devaluatorias, los intentos del Gobierno de evitar una corrida cambiaria aumentando la tasa de interés repercuten negativamente sobre la actividad económica. Se configura un panorama de mayores precios, mayor dependencia de las divisas de capitales transnacionales, convalidación de tendencias especulativas. Estamos frente a un ajuste profundo, que perjudica a la salud y a la educación públicas, y nos pone a los de abajo, ante una nueva y mucho más grave situación.

¿Quiénes son los que ganan cuando nosotros/as perdemos?

Las decisiones políticas que tomaron hasta ahora, no despejan las posibilidades de crisis hasta el 2015, como le gustaría al Gobierno. Más bien parecen un alivio pasajero, en base a una generosa transferencia de ingresos hacia la burguesía exportadora, los grandes grupos comerciales y el sistema financiero. Es una redistribución de la riqueza... al revés de la que cabe pensarse. Quienes exportan ven revaluadas sus mercancías a nuevos precios altos. También los grupos empresarios que han remarcado sus precios. En cambio, nosotros/as soportamos mayores precios para los productos y servicios que consumimos, con los “viejos” salarios.

En el caso de los exportadores, son tanto las mineras como la Alumbrera, Barrick Gold, petroleras como Pan American Energy, Shell, empresas vinculadas al negocio sojero como Monsanto, terratenientes y empresarios del agro como Bemberg, Gómez Alzaga, Grobocopatel, supermercadistas como CENCOSUD (Jumbo, Norte, Día, etcétera) o COTO, empresas industriales como Techint, empresarios vinculados al transporte como Roggio o Cirigliano, empresas de especulación inmobiliaria como IRSA o De Narváez, o quienes dominan el comercio exterior como Bunge y Born, Dreyfus, Cargil, y por supuesto, los grandes bancos (HSBC, BBVA Francés, Santander Río, etcétera). Estos son solo algunos de quienes están cosechando grandes beneficios a partir de medidas que detonan nuestro poder adquisitivo.

Pero  no se trata del único camino frente a la crisis. En lugar de sacar plata de nuestros  bolsillos, el Gobierno podría conseguir recursos mediante una reforma impositiva que grave más intensamente las ganancias de los que más tienen. Mientras el comercio exterior de los principales productos de exportación esté manejado por las grandes empresas, no es posible lograr un control efectivo de los movimientos especulativos. La nacionalización y el control del comercio exterior y del crédito son más necesarios que nunca, para sostener los ingresos del Estado, y que no perdamos los y las laburantes.

Los salarios por la escalera (de emergencia)

En este marco, la situación salarial es desesperante. Si bien en estos últimos años fuimos testigos de aumentos que en general perdieron o a lo sumo empataron con la inflación (y siempre estuvieron muy debajo de las ganancias empresarias), la situación actual es diferente. La escalada de precios desde fines de 2013, sumada a las presiones inflacionarias de la devaluación, marca un escenario cualitativamente diferente por la enorme pérdida de poder adquisitivo de nuestros salarios.

Es necesario remarcar que no son los salarios los que generan la inflación. Las actualizaciones salariales en paritarias recién comenzaron a firmarse en el año 2005, luego de la devaluación y la enorme inflación del 2002, y desde esa fecha los aumentos salariales a duras penas alcanzan a recuperar lo perdido por los aumentos de precios anteriores, que ya han sido cobrados por los empresarios.

Es momento de salir a dar pelea con asambleas, plenarios, encuentros de activistas, construyendo desde abajo la participación masiva y la fuerza necesaria para enfrentar esta situación. La unidad es la  tarea más urgente e importante, evitando el sectarismo y las mezquindades. Hoy más que nunca, hay que construir la más amplia unidad de los trabajadores y el pueblo, con posiciones claras y amplias, democráticas y de lucha. Es previsible que crezcan los conflictos obreros y populares, en los que cada victoria obtenida va a marcar un camino para recorrer con más confianza las experiencias de organización y lucha de los demás sectores de trabajo.

En este camino, será relevante para el conjunto de los trabajadores la lucha de las y los docentes por la recuperación salarial, tanto por su extensión y por las posibilidades de unirlas con el conjunto de los estatales, como por el importante papel que juegan en estos sindicatos las corrientes democráticas y clasistas. Este año la paritaria docente cumple un rol de “paritaria testigo” para las disputas posteriores. Es también fundamental la unidad de las maestras, docentes y auxiliares, con la comunidad educativa, en la lucha por una educación pública de calidad, por la infraestructura edilicia tan necesaria. Es preciso que acompañemos y difundamos las luchas de este sector, las demos de conjunto.

Es necesario además manifestarnos con fuerza contra la creciente criminalización de la protesta social, con la que los Estados y las empresas responden ante muchas de nuestras luchas y que afecta a más de 6000 luchadores sociales y políticos. En especial, es necesario redoblar esfuerzos en la campaña unitaria por la absolución de los trabajadores petroleros de Las Heras, injustamente condenados a cadena perpetua en un juicio plagado de irregularidades. Otro “caso testigo”, en lo que hace a poner freno a toda avanzada represiva.

Frente a los ataques de las patronales, organización y lucha de los trabajadores

En este marco, desde la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas actuaremos en unidad en todas las luchas que se vienen, construyendo desde abajo un programa de salida para que en vez de ajuste, haya avances para los sectores populares en nuestro país. 


  • Salario igual a la canasta familiar. Escala móvil de salarios acorde a la inflación. Congelamiento de precios, y paritarias sin techo. Incremento de los planes sociales, 82% móvil.
  • Contra la precarización del trabajo y de la vida; ni suspensiones ni despidos, planta permanente para todos los trabajadores.
  • Absolución, libertad y desprocesamiento de los trabajadores petroleros de Las Heras y de todos los presos y perseguidos por luchar.
  • Eliminación del IVA a los productos de la canasta básica y a los medicamentos
  • Nacionalización del comercio exterior y del sistema financiero. Control del mercado cambiario
  • Nacionalización de los ferrocarriles, la energía y los combustibles bajo control de los trabajadores y el pueblo
  • No al pago de la deuda externa ilegal, ilegítima y fraudulenta





Febrero de 2014